miércoles, 6 de enero de 2010

los reyes magos

Ayer mis padres me llevaron a ver la cabalgata de los Reyes Magos. Mi madre no es que tuviera especial interés en llevarme porque piensa que soy todavía demasiado pequeño para disfrutar de esas cosas, pero como a mi padre le hacía ilusión... De todas formas, me eché una siesta de general y sólo llegamos a tiempo de ver pasar al Rey Baltasar. Mi papá me cogió en brazos y me animó a saludar al señor negro que iba en la carroza: "Dile adiós a Baltasar, Mateo, ¡dile adiós!" Entonces, hice lo que no había hecho en mi vida: "¡Illaaaaaa!¡illaaaa!" Pedí a gritos que me sentaran de nuevo en mi silla y se dejaran de tonterías. Con lo calentico que iba yo en la silla cubierto por el saco de forro polar, van y me sacan de sopetón para decirle adiós a un tipo negro al que no había visto en mi vida. ¡Venga ya!

Igual ha sido por ese desplante que le hice a Baltasar por lo que los Reyes Magos me han traído un corbatero y un cedé de Eels. Al menos esos son los regalos que me he encontrado esta mañana bajo el árbol (el mismo árbol, por cierto, que ya adornaba mi madre cuando era niña, incluso con las mismas bolas). He de decir en defensa de mis papás que yo ya tuve mi regalo de Reyes el día de Nochevieja: el Rayo McQueen, un coche-andador con el que mis padres esperaban que dejase de arrastrar por casa cualquier otra cosa. Me lo dieron ese día porque había ido con ellos a comprarlo (claro, no me lo podían traer los Reyes con tanta antelación, pero luego mis papás les pasan la factura y arreglado) y, una vez visto, les fue imposible ocultarlo tanto tiempo. Además, también les hacía duelo tenerme una semana arrastrando el taburete de la cocina por media casa.

De todas formas, como para eso de los regalos siempre quedan las abuelas, en casa de mi yaya Nieves los Reyes sí me han dejado regalos: un cuento y un puzle para aprender a sumar (ole mi abuela, eso sí que es creer que soy espabilado) Así mañana en la guardería no tendré que contar lo del corbatero y el cedé, que menuda vergüenza.





lunes, 4 de enero de 2010

libre, de pie y en movimiento

Este vídeo lo tendría que haber colgado hace tiempo porque ahora camino ya que me las pelo, pero es que entre la guardería, mis papás, los abuelos y aprender cosas constantemente.... ay, es que no me queda ni un minuto libre. Toooodo el día de aquí para allá. Toooodo el día contestando preguntas como "¿Quién soy yo?", "¿Qué es esto?" o "¿Cómo hace la vaca?". La vaca hace "mmmmmmmmm", y por muchas veces que me lo preguntes seguirá haciendo "mmmmmmmmmmm". ¡Lastima que aún no sepa responder eso! Sinceramente, hay veces que pienso que quienes no saben todavía como hace la vaca son quienes me formulan la pregunta.

En fin, que aquí os dejo el vídeo con uno de mis primeros paseos en solitario.