Hace unos días conocí lo que era una cama elástica. No puedo decir que le sacara el partido que se supone que tiene porque mis pies no lograron alzarse más de medio palmo del suelo, lugar en el que me pasé la mayor parte del tiempo que estuve allí, pero me divertí bastante porque pegarse batacazos continuados sin hacerse daño también tiene su gracia, al menos para mí.
miércoles, 25 de agosto de 2010
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