De esta guisa, disfrazado de Rey Mago, os deseo a todos un fantástico año 2011. Un año de grandes cambios para mí porque... ¡me va a traer un hermanito! O eso me dicen cada dos por tres. Algo de cierto tiene que tener cuando la tripa de mi mamá crece por momentos. Aunque el otro día le dije a mi yaya Azu que ella también llevaba un hermanito y se me echó a reír.
Eso del hermanito me lo pintan como algo bueno que me va a gustar mucho pero, por otro lado, me dicen que el hermanito será muy pequeñín, que no sabrá hablar ni jugar con los trenes y que, además de darle mis pañales, voy a tener que compartir con él mi cuarto y mis juguetes. Sinceramente, no sé qué le ven los mayores de divertido a eso... En fin, habrá que esperar a ver qué pasa.