Espero que con el paso de los años pueda dejar de sufrir este tipo de cosas, porque ya está bien. Si por lo menos hicieran el ridículo ellos también, pues pase; se hace el tonto en familia y ya está. Pero es que resulta que este año ellos se han escaqueado y me han puesto a hacer el chorras sólo a mí.
Mucha cara de sufrimiento no se te ve, Mateo. Era de esperar, una vez que al niño ya se le sujeta la cabeza se convierte en el "monico de feria", sin necesidad de adultos alrededor.
ResponderEliminarPor cierto, el pijama del BarÇa no queda nada mal para esta ocasión, ;-)
Besos.
Jajaja... ¿¿¿Seré yo la única persona que lo ve como el pijama de Spiderman??? Es un pijama-manta heredado de Guille, así que igual puede heredarlo también Juan, que seguro que a su padre le encanta...
ResponderEliminarIsabel, ya te digo yo que sufrí. Tendrías que ver las otras 8 fotos. Venga a ponerme el gorro ridículo ése y yo venga a quitármelo. Y entre insistencia y resistencia, foto viene y foto va.
ResponderEliminarY luego tus papás se extrañan de que te salgan sarpullidos en la cara... ES EL ESTRÉS!!!!
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