miércoles, 23 de junio de 2010

la grúa

Si hay algo ahora mismo en el mundo que me apasiona, eso son las grúas. Las veo a distancia, las voy buscando por donde quiera que paso y comparto mis hallazgos con quienes me rodean: "Mía, mamá, ¡¡¡unagúaaaaaaaaaa!!!".

Cuando estoy en casa me pego el día con una grúa de los chinos que me compró mi abuela Nieves. Si me baño, la dejo encima de la taza del váter; si como, encima de la mesa; si no estoy en casa, voy a por ella nada más llegar. No entiendo la vida sin mi grúa. Ya se ha roto un par de veces y mi papá la ha apañado como ha podido, porque de no haber sido así en casa se habría mascado la tragedia. Ahora mismo, no hay nada que me importe más en el mundo que mi grúa. Coge terra. Tira terra camión. Gúa. Gandeeeeee.

No sin mi grúa.


3 comentarios:

  1. Nada chaval, a tí sólo te digo que convenzas a tus papas para que inviertan en grua en condiciones, o que se vayan a los chinos a comprar otra exactamente igual para cuando ésta se te rompa, que se romperá, es de los chinos...

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  2. En la actualidad tengo cuatro grúas a mi disposición: una en casa de mi yaya Azu, una en casa de mi yaya Nieves y dos en mi casa. La vieja (la de la foto), y una nueva para cubrirnos las espaldas por si sucede una desgracia. Son suficientes, pero por mí tendría una en cada rincón de la casa.

    Un besitoooo...

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  3. ¡Mecachis! Espero que no hagas lo mismo con las novias, pillín.

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