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Me llamo Mateo y soy un bebé. O eso me han dicho. Como no hay manera de que el mundo me entienda por mucho que hable, gesticule o berree, he decidido montarme un blog y desahogarme en él.
Oye Mateo, no me extraña que llores, pero dile a tu madre que no es por el sombrero, ni por tener que ir disfrazado, es que estás rodeado de un cerdo, algún que otro insecto, Tiger, un cerdo, un dalmata y UN COCODRILO!!!!... bueno bueno, y el pollo ese que mirada tiene de temerario...
ResponderEliminarDi que sí, Mammi... Eso era una jungla. ¡Lo que mi madre no sabe es que si lloraba así de desconsolado era porque el pollo temerario acababa de estirarme de la goma del gorro para quitarme la varita mágica y dársela a la pantera rosa!
ResponderEliminarA ver, por favor, que son las 2:30 de la mañana y acabo de soltar una risotada al ver la foto y leer los comentarios que no es normal. Por favor, que estoy intentando pasar desapercibida y así no hay manera.
ResponderEliminarAl loro con Pink Panter y su precoz cleptomanía.
Yo también intentaba pasar desapercibido, Edhigy, pero ya ves que no me dejaron. A moco tendido me pegué la mañana entera. Qué recuerdo más doloroso... Aún tengo pesadillas con el pollo y Pink Panter, y quizá me persigan de por vida si coincidimos también en el mismo colegio...
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