Ya relaté en una entrada pasada mi primera experiencia carnavalera. Pues bien, ahora os muestro la grabación del momento cumbre: la mañana en la que me colocaron el disfraz de mago, prueba irrefutable de lo que tengo que padecer yo con estos padres que me han caído en suerte.
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Le falta aprender el truco de haceros desaparecer con la varita, ;-)
ResponderEliminarJajaja... Pues sí. Para mí que lo intentaba con el Zas,zas pero no tuvo el éxito esperado.
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