Desde Año Nuevo duermo en cama de mayor.
Este
cambio ha supuesto varias cosas, principalmente que monto bastante
juerga con mi hermano cuando no tenemos muchas ganas de dormir, que en
mi caso es prácticamente cada noche. A mi hermano le hace gracia un
rato, pero después ya no tanta. A veces incluso pide a mis padres que
nos separen las camas para poder librarse de mí.
Yo,
sin embargo, me lo paso pipa subiendo y bajando, hasta que caigo
rendido y me duermo de cualquier manera, como podéis ver en las fotos.
Mis
padres, pasadas unas horas desde que nos acuestan, siempre entran con
gran curiosidad a ver en qué lugar y postura me encuentran.
Misteriosamente, además, aunque me colocan en mi camita, al rato
regresan y me encuentran de nuevo en la cama de mi hermano. Qué cosas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario