Ayer, 27 de febrero, cumpli cinco meses. Bueno, en realidad hace un cuarto de hora que los he cumplido porque nací a las doce menos cinco de la noche. Abulto que parece que tenga el doble, pero para otras cosas ando un poco más al ralentí, como para dormir. Vaya, que no le cojo el tino a eso de dormirme solo ni a dormir varias horas de un tirón. Espero que mis papás me tengan un poco más de paciencia y no me estivilicen a la primera de cambio. De momento, voy a aplicarme en lo de comer cereales para tenerlos un poco más contentos...
sábado, 28 de febrero de 2009
jueves, 26 de febrero de 2009
el efecto de los cereales
Ayer cené cereales por primera vez en mi vida (ver post anterior), alimento en el que mis papás tenían puestas sus esperanzas deseando que me hicieran dormir un poquito mejor. Bueno, podríamos decir que lo consiguieron hasta las 02.34 h., que fue cuando me desperté por primera vez. No está mal teniendo en cuenta la ínfima cantidad que debí de ingerir. Así que mis papás siguen manteniendo la fe. Esta noche, más.
miércoles, 25 de febrero de 2009
los cereales
Mis papás hoy me han dado papilla de cereales por primera vez. Se supone que tenía que empezar a los cinco meses y los cumplo el viernes, pero mis papás han pensado que dos días más o menos en mi vida no pesan tanto como la posibilidad de dormir mejor dos días más o menos en las suyas, que parece ser que los bebés que cenan cereales duermen mucho mejor. Así que, aprovechando que Edhigy me ha regalado una caja enorme de cereales sin gluten, cereales al canto para cenar.
Al principio me los han dado con el biberón pero, por mucho que chupaba, de ahí no caía apenas. Después me los han puesto en un platico y me los han dado con cuchara. Por cada cucharada que me metían en la boca se me caía media, y me lo he pasado pipa. He metido la mano en el plato dos o tres veces y he puesto el babero de tela perdido, y con él, el pijama. Al final me han colocado un babero de plástico y ha sido más divertido aún; ni biberón, ni cucharita ni tontadas: el babero entero a la boca y a relamer los restos de papilla. Visto el zancocho, mis padres han decidido volver al biberón tras un cambio de tetina.
A esas alturas, de los 150 ml de papilla iniciales quedaban unos 60, y la mayor parte de los 90 restantes andaban repartidos entre los baberos y los biberones, pero ya no he querido comer más porque con tanto trajín me he puesto como una moto y me he hecho caca, así que mis papás se han dado por vencidos y me han metido teta y un biberón de leche normal. Pero la poca papilla que he comido me ha sabido buena.
Ahora duermo como un bendito. A papá le ha costado poquísimo dormirme y no me he despertado ni una vez (aún), pero no sé si será cosa de los cereales o de que he terminado agotado. Mañana os cuento.
Al principio me los han dado con el biberón pero, por mucho que chupaba, de ahí no caía apenas. Después me los han puesto en un platico y me los han dado con cuchara. Por cada cucharada que me metían en la boca se me caía media, y me lo he pasado pipa. He metido la mano en el plato dos o tres veces y he puesto el babero de tela perdido, y con él, el pijama. Al final me han colocado un babero de plástico y ha sido más divertido aún; ni biberón, ni cucharita ni tontadas: el babero entero a la boca y a relamer los restos de papilla. Visto el zancocho, mis padres han decidido volver al biberón tras un cambio de tetina.
A esas alturas, de los 150 ml de papilla iniciales quedaban unos 60, y la mayor parte de los 90 restantes andaban repartidos entre los baberos y los biberones, pero ya no he querido comer más porque con tanto trajín me he puesto como una moto y me he hecho caca, así que mis papás se han dado por vencidos y me han metido teta y un biberón de leche normal. Pero la poca papilla que he comido me ha sabido buena.
Ahora duermo como un bendito. A papá le ha costado poquísimo dormirme y no me he despertado ni una vez (aún), pero no sé si será cosa de los cereales o de que he terminado agotado. Mañana os cuento.
miércoles, 18 de febrero de 2009
mi repertorio de ruidos
Aquí va una recopilación de los sonidos que más hago. Sé hacer alguno más, como gruñir quejicosamente, pero como ese es muy feo mis papás nunca tienen ganas de grabarme cuando lo hago.
martes, 10 de febrero de 2009
domingo, 8 de febrero de 2009
el cine
Hoy mis papás han vuelto a ir al cine después de cuatro meses y medio de abstinencia. Antes de entrar, mi mamá ha bromeado con que igual se quedaban dormidos a los cinco minutos teniendo en cuenta el sueño que les hago pasar, pero al final han aguantado despiertos como machotes. Aunque estoy seguro de que si se hubieran dormido les habría parecido un plan perfecto para pasar un par de horas. Incluso pagando los seis euros que cuesta el cine.
Para ellos esta salida ha sido como una regresión, porque han ido a la sesión de las cinco y eso no lo hacían desde el colegio. Tenían curiosidad por saber qué tipo de gente va a esa sesión un domingo y la cosa ha quedado medianamente clara: familias con niños y gente como ellos, porque nada más entrar se han encontrado con Carmen y Carlos, unos amigos padres de dos niñas a las que también habían empaquetado con los abuelos.
Para ellos esta salida ha sido como una regresión, porque han ido a la sesión de las cinco y eso no lo hacían desde el colegio. Tenían curiosidad por saber qué tipo de gente va a esa sesión un domingo y la cosa ha quedado medianamente clara: familias con niños y gente como ellos, porque nada más entrar se han encontrado con Carmen y Carlos, unos amigos padres de dos niñas a las que también habían empaquetado con los abuelos.
miércoles, 4 de febrero de 2009
martes, 3 de febrero de 2009
mi primer escrito
El otro día, mi mamá me sentó en sus rodillas frente al teclado del ordenador y, nada más ver esa cosa llena de letras, me lancé hacia ella con mis manitas. Taca, taca, taca. Las teclas, además de hundirse, ¡hacían ruido! Para qué quería yo más. Mi mamá, viéndome tan entretenido, tuvo la idea de abrir un documento nuevo y dejar que volara mi creatividad literaria y... ¡tacháaaaan! Esto es lo que escribí en ese momento de inspiración:
< xf vg f
vvvvvvvvvvg minb d mjb cxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxpc h cvvvvvv.... xxxxsssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssss - +`Çzd`PѨ009iiiiii9
ç´Ç`Ç+…a-P-c
Más o menos, lo mismo que digo con mi boquita. Mis papás se quedaron muy sorprendidos porque, entre cxxxxxx y sssssss, avanzaba página, metía mayúsculas, le daba a guardar (oye, que atinar a darle al Control y a la s a la vez tiene su aquel)... vamos, que me lo pasé pipa.
lunes, 2 de febrero de 2009
de compras
El sábado fui de compras con mis papás. Tienen que comprarse una cosa que se llama armario y fuimos a una tienda a que nos dijeran cuanto cuesta uno (por la cara que pusieron mis papás, una pasta). Yo estuve un rato en el capazo, otro rato en brazos de mamá y otro, en brazos de papá. Tanto ir de aquí para allá debió de sentarme un poco mal y, cuando ya nos íbamos, vomité. Nadie se dio cuenta y yo no dije nada pero mi mamá, que se fija en todo, descubrió la vomitina en la manga de papá y no se pudo callar.
- Vaya, ha vomitado un poquito (en realidad, la vomitina recorría toda la manga de la chaqueta de mi papá)
- Uy, pobrecito - dijo la señora de la tienda - No pasa nada, es un niño...
- Hombre, pues sí - dijo mi papá - Peor hubiera sido si hubiese sido un adulto.
- Y peor aún si encima hubiera estado borracho - apostilló mi mamá mientras limpiaba los restos de leche de la manga de mi papá con mi babero.
Yo no entendía nada, pero la señora de la tienda parecía estar aguantándose la risa.
- Vaya, ha vomitado un poquito (en realidad, la vomitina recorría toda la manga de la chaqueta de mi papá)
- Uy, pobrecito - dijo la señora de la tienda - No pasa nada, es un niño...
- Hombre, pues sí - dijo mi papá - Peor hubiera sido si hubiese sido un adulto.
- Y peor aún si encima hubiera estado borracho - apostilló mi mamá mientras limpiaba los restos de leche de la manga de mi papá con mi babero.
Yo no entendía nada, pero la señora de la tienda parecía estar aguantándose la risa.
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