Ayer cené cereales por primera vez en mi vida (ver post anterior), alimento en el que mis papás tenían puestas sus esperanzas deseando que me hicieran dormir un poquito mejor. Bueno, podríamos decir que lo consiguieron hasta las 02.34 h., que fue cuando me desperté por primera vez. No está mal teniendo en cuenta la ínfima cantidad que debí de ingerir. Así que mis papás siguen manteniendo la fe. Esta noche, más.
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Jajaja Mateo, he de confesar que me he reído un buen rato con el post anterior. Me imaginaba a tus pobres y pacientes padres afanados con la argamasa de cereales y leche.
ResponderEliminarEn fin, veo que el resultado es bueno y que la criptonita tiene efecto en ti. Muajajaja... ¡has caído, peque!
Soy la tía abuela de Mateo y sigo pensando que sus padres son unos exagerados.
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