Mis papás están convencidos de que mi futuro laboral está en Ikea. No como diseñador, ni como jefe de planta, ni como dependiente. Mi futuro está en ser probador. ¿No dicen en su publicidad los de Ikea que abren los cajones 12.000 veces seguidas para asegurarse de que funcionan a la perfección? ¿No someten a los muebles a múltiples presiones y zarandeos? Pues ahí es donde entro yo: a abrir y cerrar, a golpear y a zarandear hasta la saciedad. Sería un trabajador ejemplar e incansable. Pim, pam, pim, pam... todo el día.
martes, 15 de septiembre de 2009
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Ah, es lo que mola de ser bebé... luego si lo haces de mayor te miran raro
ResponderEliminarCréeme, Mammi, de pequeño también te miran raro. Lo que pasa es que te lo consienten. Si esto se sigue haciendo de mayor creo que lo llaman ser obsesivo-compulsivo y te llevan al psiquiatra.
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