No suele ocurrir. Bueno, realmente no ha ocurrido jamás. Sin embargo, el otro día estuvo a punto de suceder. Estuve a punto de quedarme dormido en el sitio. A punto, sólo, porque en cuanto me di cuenta de que el sueño estaba pudiendo conmigo, reaccioné. ¡Ja! Al menos le di tiempo a mi mamá de sacarme una foto.
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JAJAJAJAJA... noooo, eso solo lo consiguen las yayas... nosotras no lo veremos jamas!, jajaja
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