Últimamente me da por ser un león muy malo o un dinosaurio muy malo, según toque el día. Hace no mucho, me dio por ser dinosaurio (muy malo, como digo) y, como tal, empecé a comerme a mi abuela a mordiscos.
-¡Te voy a comer un brazo! ¡Ñam!
-¡No, mi brazo, no!
-¡Y ahora el otro brazo!
-¡No, suelta, dinosaurio!
-¡Ñam!
-¡No, socorro, no!
-¡Ahora las piernas! ¡Ñam! ¡Ñam!
A las dos horas, mi abuela decidió que se iba a dar una ducha.
-¿Y para qué te vas a duchar si sólo tienes cabeza?
-¡Te voy a comer un brazo! ¡Ñam!
-¡No, mi brazo, no!
-¡Y ahora el otro brazo!
-¡No, suelta, dinosaurio!
-¡Ñam!
-¡No, socorro, no!
-¡Ahora las piernas! ¡Ñam! ¡Ñam!
A las dos horas, mi abuela decidió que se iba a dar una ducha.
-¿Y para qué te vas a duchar si sólo tienes cabeza?
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